por tratar de discernir tus pensamientos,
por meditar en tu razonamiento,
por caer presa de mis sentimientos
y por no poder descifrar los tuyos.
He perdido la cordura
para que tu alma me deje entrar al vacío que tu cuerpo diseñó para mi.
He pecado mil veces en nombre del amor
y no me arrepiento de cometer atrocidades,
porque en el fondo es mi verdadero ser.
He perdido la cordura
por tus palabras locas,
por tus momentos de exaltación total,
por tus pequeños halagos.
He perdido la cordura
por tus besos cálidos,
tus labios deseosos de ser saciados bajo una misma luz de luna,
tu calor instantáneo al roce con mi cuerpo,
tus manos que no encuentran lugar donde ocultarse al sentir mi piel.
He perdido la cordura
por un amor intangible,
por un amor de oasis.
He perdido la razón
por un ser que a mi parecer
es desastrosamente perfecto.
He perdido la solución hacia la vida,
al dejar que tus mas cálidos recuerdos me libren del cielo que me espera.
Para que desear la belleza extravagante de lo intrínseco,
si en el infierno solo quedan nuestras almas escritas en fuego.
He perdido la cordura
en la subjetividad de tus ojos.
En lo que a mi precede,
he perdido casi todo,
por intentar entrar al infierno una vez mas.
Ese lugar lugubre,
pero perfecto a mis ojos;
lleno de pasion marcada por tu voz.
He perdido la cordura
por tratar de entender tus sentimientos,
por meditar en tu razonamiento,
por caer presa de tus palabras.
He pecado mil veces
y no me arrepiento,
porque pecar es dar un paso hacia ti.
Mi subconsciente me juega en contra,
te prefiere,
prefiere ser malherido.
He perdido la cordura
por un amor intrínseco
que no quiere darse a conocer hacia lo objetivo de la realidad.
He perdido la cordura de mi alma por ti.
Y dejar mi alma,
significa entregarte todo.
Porque la única solución que le encuentro
es tener un duelo con la muerte.
El infierno me aclama,
la muerte es mi hogar,
pero tu cuerpo me precisa mas.
He perdido la cordura
por esperar que tu alma me cante lo que busca encontrar en la mía.
Un ser desastrosamente perfecto.
