nos hizo creer que solo era distancia nuestra frialdad
y cuando menos nos dimos cuenta
eran sentimientos.
¿Para qué engañarnos?
Cada uno vive dentro de su propio óleo,
dentro de su propio mundo.
Aun persisten aquella marcas
que se encargaron de dejar nuestras memorias.
Nosotros nos hemos olvidado.
Solías tomar mi mano
alejarme de todo,
llevarme al infierno
donde nadie podia juzgarnos.